Por fin terminó. Después de casi 100 dias de huelga se suspendió la medida de fuerza iniciada en setiembre del año pasado. Como recordaremos, los docentes universitarios salieron a las calles exigiendo la homologación. Ley que data de hace 26 años atrás, la cual siempre ha sido postergada por los gobiernos de turno.
En este año, el gobierno puso en marcha una serie de medidas que atentaban contra las garantías constitucionales de la Universidad Pública. En tal sentido, las 20 bases de la FENDUP, a nivel nacional acataron un paro que ha durado cerca de 4 meses, perjudicando al estudiantado.
Más allá de prejuicios, entendemos la huelga realizada como un proceso natural por el cual la universidad pública reclama sus derechos históricos. Sin embargo, debemos recalcar que, el objetivo de la huelga se basó en una plataforma de lucha importante; la cual, muy a nuestro pesar, no se ha respetado, pues una vez más los docentes universitarios a nivel nacional han optado por salvaguardar única y exclusivamente sus sueldos, dejando de lado puntos que inicalmente exigían. Ellos son: Gratuidad irrestricta de la enseñanza, defensa del medio pasaje, incremento del presupuesto destinado para la Universidad Pública, entre otros.
¿Qué ocurrió entonces? Pues lo que tenía que pasar. Las clases reiniciarán sin mayor logro que la promesa (una vez más) de la homologación. La lucha histórica que debió gestarse ha caido friamente en los anales del tiempo, como tantas otras luchas que se perdieron. Esa es nuestro trágico destino.
Solo queda decir que las clases se reinician en la UNT el próximo 18 de enero, y este martes 12, se aperturan las matrículas para aquellos alumnos que no pudieron. El ciclo terminará con todo y aplazados el 15 de mayo
En este año, el gobierno puso en marcha una serie de medidas que atentaban contra las garantías constitucionales de la Universidad Pública. En tal sentido, las 20 bases de la FENDUP, a nivel nacional acataron un paro que ha durado cerca de 4 meses, perjudicando al estudiantado.
Más allá de prejuicios, entendemos la huelga realizada como un proceso natural por el cual la universidad pública reclama sus derechos históricos. Sin embargo, debemos recalcar que, el objetivo de la huelga se basó en una plataforma de lucha importante; la cual, muy a nuestro pesar, no se ha respetado, pues una vez más los docentes universitarios a nivel nacional han optado por salvaguardar única y exclusivamente sus sueldos, dejando de lado puntos que inicalmente exigían. Ellos son: Gratuidad irrestricta de la enseñanza, defensa del medio pasaje, incremento del presupuesto destinado para la Universidad Pública, entre otros.
¿Qué ocurrió entonces? Pues lo que tenía que pasar. Las clases reiniciarán sin mayor logro que la promesa (una vez más) de la homologación. La lucha histórica que debió gestarse ha caido friamente en los anales del tiempo, como tantas otras luchas que se perdieron. Esa es nuestro trágico destino.
Solo queda decir que las clases se reinician en la UNT el próximo 18 de enero, y este martes 12, se aperturan las matrículas para aquellos alumnos que no pudieron. El ciclo terminará con todo y aplazados el 15 de mayo
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