Un acalorado debate se sucitó durante la sesión extraordinaria de Consejo Universitario. El punto candente fue el contrato temporal de Doña Darlyn Edith Lozano Araujo, en la plaza vacante de ingeniero de la oficina de infraestructura, pero con asignación de funciones en la oficina del Rectorado.
Tras la sustentación del Doctor Carlos Sabana, en la que señaló que por optimizacon del servicio, y por no perder la asignación presupuestal de la plaza, el contrato era procedente. Sin embargo, la posición del Vicerrector Administrativo Orlando Velasquez fue opuesta.
Solo quiero señalar que la plaza es SOLO para infraestructura. - Puntualizó Velásquez.
Pero se tornó mas grave el asunto, cuando hizo mención a la Funcdación Trujillo, de la cual Sabana había hablado anteriormente, señalando que Velásquez siempre habría estado en contra. Y mientras hacía uso de la palabra....
- La fundación, es la Fundación de todos nosotros...
- Hastá ahí no más señor. -Cortó Sabana.
- Permítame Señor Rector, estoy haciendo uso de la palabra. - Insistió Velásquez.
- Usted es una persona negativa y no voy a permitir que hable más.
- Usted no me puede callar. - rebatió Velásquez.
- Yo soy el presidente del Consejo, y le corto la palabra. - Sentenció Sabana. - Y así, este señor quieres ser rector, con todo lo que usted hace en contra de la Universidad.
- Por favor, señor Rector, no me haga decir lo que sé (de usted). -Rebatió Velásquez.
-Hable Hable... - Finalizó Sabana.
Realmente, bochornoso espectáculo. La majetad de tan honorable Consejo Universitario, se vió opacada por unos instantes de cólera de ambas autoridades. Felizmente la interveción del Doctor Roncal, Decano de la Facultad de Farmacia, tranquilizó las aguas invocando al orden y respeto mutuo.
Es lamentable como se olvida, a veces, la altura y nobleza de este órgano colegiado. Las palabras de Sabana, más allá de una defensa personal, manifestaron algunos desequilibrios emocionales, no aceptables en una autoridad de su nivel. Y más allá de las opiniones encontradas, el clima de tolerancia y respeto, es básico para el ejercicio soberano de la democracia.
Esperemos que este exhabrupto no se repita, pues ello evidenciaría rasgos autoritarios, que vulneran no solo el derecho a voz dentro del Consejo, sino también, el derecho a la libre expresión contemplado en la Constitución Política del Perú.
Tras la sustentación del Doctor Carlos Sabana, en la que señaló que por optimizacon del servicio, y por no perder la asignación presupuestal de la plaza, el contrato era procedente. Sin embargo, la posición del Vicerrector Administrativo Orlando Velasquez fue opuesta.
Solo quiero señalar que la plaza es SOLO para infraestructura. - Puntualizó Velásquez.
Pero se tornó mas grave el asunto, cuando hizo mención a la Funcdación Trujillo, de la cual Sabana había hablado anteriormente, señalando que Velásquez siempre habría estado en contra. Y mientras hacía uso de la palabra....
- La fundación, es la Fundación de todos nosotros...
- Hastá ahí no más señor. -Cortó Sabana.
- Permítame Señor Rector, estoy haciendo uso de la palabra. - Insistió Velásquez.
- Usted es una persona negativa y no voy a permitir que hable más.
- Usted no me puede callar. - rebatió Velásquez.
- Yo soy el presidente del Consejo, y le corto la palabra. - Sentenció Sabana. - Y así, este señor quieres ser rector, con todo lo que usted hace en contra de la Universidad.
- Por favor, señor Rector, no me haga decir lo que sé (de usted). -Rebatió Velásquez.
-Hable Hable... - Finalizó Sabana.
Realmente, bochornoso espectáculo. La majetad de tan honorable Consejo Universitario, se vió opacada por unos instantes de cólera de ambas autoridades. Felizmente la interveción del Doctor Roncal, Decano de la Facultad de Farmacia, tranquilizó las aguas invocando al orden y respeto mutuo.
Es lamentable como se olvida, a veces, la altura y nobleza de este órgano colegiado. Las palabras de Sabana, más allá de una defensa personal, manifestaron algunos desequilibrios emocionales, no aceptables en una autoridad de su nivel. Y más allá de las opiniones encontradas, el clima de tolerancia y respeto, es básico para el ejercicio soberano de la democracia.
Esperemos que este exhabrupto no se repita, pues ello evidenciaría rasgos autoritarios, que vulneran no solo el derecho a voz dentro del Consejo, sino también, el derecho a la libre expresión contemplado en la Constitución Política del Perú.
0 comentarios:
Publicar un comentario